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lunes, 4 de abril de 2011

Liberté (Crónica)

Nos encontrábamos entre la bruma nocturna y el humo beligerante tratando de conseguir el último vestigio de libertad que nos quedaba. Tanto en Bengazi como en Trípoli habían repelido nuestras manifestaciones con disparos y bombas durante varios días, y aún así no resonaba el grito de victoria y paz que quería gran parte del mundo. El cielo, teñido de negro y naranja, no daba esperanza.


En los medios internacionales y en las agencias de información árabes se escuchan demasiadas y diferentes versiones de nuestra lucha. Unos dicen que todo es parte de un plan ideado por las élites de poder para apropiarse de la riqueza de nuestro país. Otros dicen que el descontento popular es inmenso y que por eso salimos a derrocar al régimen.


Lo complejo es conocer la verdad con ojos vivos. Nadie la conoce hasta que ve cuerpos mutilados y despedazados por explosivos, hasta que ve los gritos y miradas de terror corriendo despavoridos de la sangre y hasta que escucha los alaridos de ira fraterna dispuestos a inmolarse por las verdaderas causas de esta lucha; la dignidad y la verdad.


La angustia nos carcome y las fuerzas de represión de Gadafi, según algunos, les prohibieron a los periodistas internacionales cubrir las manifestaciones. Por eso ustedes no conocen la verdad. Lamentamos cuando dicen que todo es parte de un montaje mediático para saciar la sed de dominio de las élites; ni las cámaras, ni el periodismo, ni los medios conocen a extensión el desastre; La verdad: con la que no se juega ni se especula.


La verdad es que hay sangre. Y mucha, están pagando justos por pecadores y Alá seguirá cobrando venganza tal vez durante años.

Esa herida no parará hasta que los ojos del mundo vean lo que en realidad está pasando. Mucha confusión, mucha sangre, mucha lucha, muchos gritos innobles, miembros despedazados, lágrimas y crujir de dientes. Una tormenta inacabable que ya, pasado el día y entrando la noche, escampa y hace que la libertad ronde a tientas por algunas ciudades. Manama, capital de Bengazi, es una de ellas. Ya claman libertad y están, según ellos, libres del régimen interminable de 42 años.


Pero mientras, en Trípoli, queremos controlar el aeropuerto, y los enfrentamientos -difíciles de ocultar- condenan lo que, millones, justo ahora, claman lo que el poder les quitó. Libertad.



Bengazi (Foto Robada de Wikipedia)


Fuentes: Twitter, Al Jazeera, Aporrea, Telesur.